Comienzo este artículo sin saber exactamente cómo lo voy a acabar, simplemente me apetece «comunicar».
Ando atravesando una época de crisis, la mía (no me refiero a la crisis económica), en cuanto a su antiguo significado etimológico, el del cambio. Pasando de una situación A a una situación B…
Después del comportamiento (miserable) que con uno tienen las empresas para las que has dejado tu tiempo, tus esfuerzos y parte de tí mismo a cambio de un salario; ando en la encrucijada de volver a buscar un trabajo por cuenta ajena o bien pasar a trabajar por uno mismo.
Ciertamente me apetece el cambio, quiero cambiar un poquito el mundo y hacer algo por mí y para mí. Esto me temo que va a ser el principio de mi renacimiento como emprendedor.
Tengo dudas ¿quién no? y la mejor manera de evaluar el riesgo es reducir el nivel de incertidumbre ¿cómo? pues con la mayor cantidad de información posible… es decir, conociendo todo lo posible acerca del «emprendimiento».
Llevo algo más de un mes yendo de foro en foro de emprendedores y eventos similares. Afortunadamente hay bastantes en los que además puedes encontrar ayuda e información. He visitado «Encuentros Emprendedores», «I Iniciador», «I Congreso Nacional de Emprendedores», «Net Tuesday», «Pink Slip Party» y el Vivero de Empresas de San Blas para varias charlas y presentaciones de libros.
En estas reuniones he ido aprendiendo de «coaching sistémico», «programación neurolingüistica», «marketing de guerrillas», «networking»… y sobre todo he estado muy atento para captar las experiencias de otros, los aciertos y los fracasos.
Este proceso de «aprendizaje del emprendimiento» sería infinito y aun así no sería posible tener la certeza de que sabes lo que hay que hacer y cómo. Ya me queda poco de esta fase… hay que terminarla y… realizar el salto.
Ya tengo compañeros de aventura, supongo que saben a lo que juegan porque no somos exactamente un grupo recién salido de la universidad. Creo que todos estamos en el rango de los 35 a 45 años. Quizá pienses que somos un poco viejos para emprender, pero, me temo que ya éramos emprendedores a nuestra manera, emprendíamos/innovávamos en nuestras respectivas empresas y a veces hemos conseguido cambiara algunas cosas.
Es el momento de comprobar si este minimaster ha sido útil, quizá no haya hecho las cosas suficientemente bien, aunque creo que sí y también creo que «lo bueno es enemigo de lo óptimo»; de todas formas aceptaré cualquier sugerencia que quieras darme.
Eso ha sido todo lo que os quería contar. Espero que el relato haya sido ameno y deseadnos suerte con nuestra aventura, con Tecnovip.
Debe estar conectado para enviar un comentario.