Cuaderno de bitácora: fecha estelar 20110110

10 01 2011

Hace tiempo que he guardado silencio pero creo llegado el momento de volver a escribir una vez pasadas las festividades.

¿Por qué he estado callado? pues por la mejor razón para estas cosas: «no tenía nada interesante que decir». Internet no necesita un charlatán más. Por otro lado si estas cargado de negatividad no vas a dedicarte a extenderla… los demás no se lo merecen. Comienza un nuevo año que espero que me trate mejor que el anterior y yo también voy a poner de mi parte para que así sea.

He elegido para la reaparición una frase famosa de Star Trek por varias razones:

1.- Me gusta esa serie…

2.- Todos sus episodios empiezan igual… aunque el capítulo anterior hace meses que se emitió (como en este blog).

3.- Porque esto «es una bitácora» y yo soy su capitán.

4.- Porque todo proyecto «es un viaje con un destino», te embarcas e intentas «dirigir tu nave» sorteando los obstáculos.

Pero, esta nave para llegar a alguna parte necesita un rumbo que conduzca hacia el puerto de destino… y por tanto hay que saber dónde se quiere ir y quienes te pueden acompañar (a menos que vayas sólo).

Poco partidario de modas ni de bailar el agua a nadie no hace que consiga muchos de esos «amigos fáciles» ¿quién los quiere? yo, ahora que estoy mucho más abajo de la cresta de la ola, veo quienes son mis auténticos amigos… los de verdad. Me gustan mucho los dichos y refranes aunque los cultos digan que son recursos para la gente de escasa cultura… y hay uno que me viene a la cabeza «Por el interés te quiero, Andrés» que expresa esa nube de aduladores que tienes en tiempos buenos y que proclaman su amistad contigo…

La purga de amigos y conocidos que se desmarcan mientras la vida te da algún revés que te manda por la pendiente descendente es buena para sanear esa «lista de amigos». Incluso te llevas alguna sorpresa agradable… esa persona que no creías que gozabas de su amistad y sin embargo te ofrece su mano en tiempos duros ¡no hay mal que por bien no venga! Pero también tiene sorpresas bastante desagradables, amigos que «se difuminan» o incluso puede que «se aprovechen de tí»; táchalos de la lista y olvida (por tu salud mental).

Otro refrán que me gusta: «Líbreme Dios de mis amigos que de mis enemigos ya me libro yo». Este dicho me parece genial y acertado. Condensa la sabiduría de la experiencia en una frase corta para los que han recibido «puñaladas por la espalda de algún amigo».

Bueno, retomando el hilo argumental que pretendía, ahora que gozo de amigos y que ya no hay pseudoamigos pululando alrededor ha llegado la hora de partir… ¿dónde voy? no sé, pero sé con quienes iría. Partiré «virtualmente» ya que no pretendo viajar, me refiero a embarcarme profesionalmente en una nave estelar, en mi Enterprise particular. Es hora de buscar el destino, el rumbo, los amigos y el resto de tripulación complementaria (socios, empleados… o lo que haga falta).

Fin de fichero. Fecha estelar 20110110